El descubrimiento de bultos en el testículo es una sorpresa y con frecuencia inquietante para el paciente. Afortunadamente en pocas ocasiones los bultos en un testículo se tratan de un cáncer de testículo.
Bultos en el testículo: diagnóstico
A la hora de hacer el diagnóstico de bultos en el testículo, conviene ser meticuloso al realizar la historia clínica. Prestar especial atención a los antecedentes personales del paciente, las características concretas de los síntomas y si se acompaña o no de síntomas en otras partes del cuerpo. La exploración del testículo es fundamental y aporta datos sobre la localización exacta del bulto testicular, su tamaño, su consistencia y si se trata de bultos en el testículo con dolor o bultos en el testículo sin dolor. La exploración testicular con técnicas de imagen tales como la ecografía y la ecografia dopller son muy eficaces. En ocasiones, los análisis de sangre y orina ayudan al diagnóstico.
Antecedentes personales para el diagnóstico de bultos en el testículo
- Los tumores de testículo pueden tener antecedentes de criptorquidia (descenso incompleto del testículo al nacer). En otras ocasiones el paciente acude por una infertilidad. La afectación de algún familiar (padre o hermano) no es frecuente pero conviene tenerla en cuenta.
- El antecedente de intervención quirúrgica, por una hernia inguinal o por un varicocele no es infrecuente en el hidrocele reaccional, aunque la mayoría de ellos son espontáneos.
- La toma de medicamentos, como ocurre con la amiodarona puede producir inflamación de la cabeza del epidídimo.
Qué se siente con los bultos o masas testiculares
- En los días previos. Las orquitis y orquiepididimitis que aparecen en hombres mayores de 50 años, es frecuente que hayan notado algún trastorno al orinar. Orinar con frecuencia o simplemente algo de escozor. Por el contrario en los hombres menores de 35 años las enfermedades de transmisión sexual, aunque no haya secreción uretral deben tenerse en cuenta.
- La fiebre, es típica de las orquitis y epididimitis. Aunque su presencia no es obligatoria y en otras ocasiones tarda en aparecer.
- El dolor es un dato importante importante a valorar, tanto en su intensidad, como en la brusquedad del comienzo, así como también como la localización exacta de donde se origina. Los tumores no suelen ser dolorosos o solo levemente. En otras ocasiones el paciente al descubrir el bulto, de tanto explorárselo desencadena molestia en el mismo. El varicocele no suele ser doloroso o dar una simple sensación de pesadez. Las orquitis y epidididimitis y torsiones de testículo suelen ser muy dolorosas.
- El aspecto de la piel del escroto puede ser muy variable. Habiendo variaciones en el color: rojo y caliente en las orquiepididimitis o por el contrario azulado en los hematomas.
Exploración de una masa en el testículo
- En los tumores de testículo con frecuencia palpamos una clara deformidad, un bulto duro en el testículo que lo abomba o lo deforma.
- En el varicocele lo que está aumentado de tamaño no es el testículo sino las venas del cordón. Además esa dilatación de las venas es mucho más marcada cuando el paciente esta de pié que tumbado.
- El hidrocele suele alisar la piel del escroto y dar el aspecto de que se tiene tan solo un testículo grande.
- Las orquitis suelen presentarse como bultos en el testículo con dolor. Son tan dolorosas que dificulta la exploración.
- La hernia inguinal grande con frecuencia simula un bulto testicular. Se caracteriza por localizarse desde el anillo inguinal hasta el testículo, se suele agrandar al toser o al hacer esfuerzos físicos.
Ecografía de los bultos y masas testiculares
La ecografía es la prueba más importante para diagnosticar el origen de los bultos en los testículos. No solo nos permite comprobar la posición del bulto con respecto al testículo. También permite conocer su contenido, que puede ser:
- Líquido. Si este se sitúa encima del testículo como ocurre en los quistes de epidídimo o por el contrario, el liquido rodea todo el testículo como ocurre en los hidroceles
- Sólida como en los tumores y en las inflamaciones.
Analítica sanguínea y urinaria en los bultos del testículo
Los marcadores tumorales en análisis de sangre (alfa-fetoproteina y beta HGC) ayudan al diagnóstico de los bultos testiculares. Así como al seguimiento de los que resultan un cáncer testicular. En ocasiones un simple análisis de orina nos ayuda a diagnosticar infección urinaria que ha desencadenado una orquitis.
En resumen sobre los bultos testiculares
Si notas un bulto en el testículo, no dejes que la angustia te inmovilice. Debes acudir al urólogo lo antes posible para que te realice la historia clínica, exploración física, ecografía y análisis en caso de que sean necesarios.