¿Qué son los quistes renales?
Los quistes en el riñón son estructuras redondeadas de pared habitualmente fina y cuyo contenido es líquido. Se pueden formar tanto en el interior del riñón o como en la superficie del mismo. Al mismo tiempo, pueden ser únicos o múltiples o incluso, incontables. Además pueden aparecer en un solo riñón o en los dos. Lo habitual es que no provoquen ningún daño sobre la función de riñón ni que se hagan malignos. Su frecuencia aumenta con la edad. Sin embargo en ocasiones pueden producir una insuficiencia renal severa, como ocurre en el caso de la enfermedad poliquística renal o malignizarse y generar tumor de riñón.
¿Son todos los quistes en el riñón iguales?

En general, para un más fácil entendimiento, los quistes renales los podemos dividir en:
- Quistes renales simples. Representan la mayoría de los casos. Este tipo de quiste renal es muy frecuente a partir de los 50 años y además no afectan a la función renal. No son malignos y por tanto no precisan ningún control ni tratamiento. Pueden también, ser únicos o múltiples y afectar al riñón derecho, al izquierdo o ser bilaterales. Pueden ser menores de un centímetro de tamaño o llegar a medir hasta 18-20 cm.
- Quistes renales complicados. Son aquellos cuya pared está engrosada o calcificada, o presentan algún tabique o captan contraste. Exigen la realización de un TAC y por tanto deben ser controlados, y en ocasiones intervenidos quirúrgicamente.
- Enfermedad poliquística renal. También llamada poliquistosis renal. Es una enfermedad de carácter hereditario en la que los dos riñones se van llenando de cientos de quistes y pueden acabar estropeando la función renal.
Clasificación radiológica de los quistes en el riñón
En la mayoría de las ocasiones, los quistes en el riñón son diagnosticados accidentalmente, ya sea durante un estudio ecográfico abdominal o un TAC. Para su categorización se utiliza la clasificación de Bosniak, que está basada en los hallazgos radiológicos del TAC. Nos ayuda a saber el riesgo de malignización de los quistes y la actitud terapéutica en los quistes renales simples y complicados.
Clasificación Bosniak y manejo
Clasificación de Bosniak | CT resultados* | Riesgo de malignidad | Manejo |
1 | Quiste simple (simple líquido HU 0-20), pared fina; no tabiques ni calcificaciones. | ~0% | Sólo si sintomático, si no, no vigilancia |
2 | Tabiques finos, calcificación fina, < 3cm; calcificaciones. | < 3% | Sólo si sintomático, sino, no vigilancia |
2F | Endofítico, > 3 cm, tabicaciones múltiples, calcificaciones. | ~ 50% | Vigilancia periódica (CT, MRI o ecografía renal) |
3 | Tabique o paredes gruesas o irregulares; aumento de calcificaciones, puede captar. | ~ 50% | Exéresis quirúgica |
4 | Paredes gruesas o áreas nodulares; heterogeneidad marcada: capta. | 75-90% | Exéresis quirúgica |
* Categoría 1 – 2F falta captación en contraste : mientras 3 – 4 tiene captación en contraste
Síntomas de los quistes en el riñón
Habitualmente los quistes en el riñón no son sintomáticos. En el riñon poliquístico son muy grandes, incontables y pueden palparse durante la exploración y ser molestos o dolorosos. También pueden producir insuficiencia renal y hipertensión. Los quistes renales también pueden romperse o infectarse y aparecer fiebre.
Diagnóstico de los quistes en el riñón
Habitualmente, la mayoría de los quistes renales se diagnostican y se controlan con una ecografía simple. Prueba que se puede realizar en la misma consulta del urólogo. Además permite valorar el crecimiento de los quistes.
- Las pruebas de imagen. Como son la ecografía renal, la tomografía axial computarizada (TAC) con contraste y la resonancia magnética (RMN) pueden ser necesarias en los llamados quistes complicados.
- Pruebas de función renal. Solo se realizan en los casos de poliquistosis renal. Con ello podemos valorar el grado de deterioro de la función renal durante el curso de la enfermedad.
Si tienes dudas sobre tu quiste renal no dudes en llamarnos y solicitar una consulta.