La vigilancia activa del cáncer de próstata consiste en retrasar la operación quirúgica para eliminarlo. En ocasiones puede ser la mejor estrategia para tratar determinados tipos de tumor prostático. Leyendo este artículo entenderás por qué a veces es recomendable vigilar el cáncer de próstata, antes de decidir operarlo.
En qué consiste la vigilancia activa del cáncer de próstata
La palabra cáncer asusta mucho, y con buenos motivos. Miles de personas mueren o ven seriamente mermada su calidad de vida cada año debido al cáncer de próstata. A día de hoy es el tumor maligno más frecuente en los hombres. Por ello, cuando a alguien le explican que puede ser mejor vigilar el cáncer de próstata que operarlo ya. Es posible que se sorprenda. Surgen dos preguntas
- ¿Porqué no le ofrecen un tratamiento quirúrgico inmediato para extirpar el tumor prostático?
- ¿No tienen miedo de que pueda progresar y acabar con la vida del enfermo?
Vigilancia activa del cáncer prostático
El cáncer de próstata no siempre se presenta de la misma forma. Gracias al cribado anual del análisis del PSA somos capaces de diagnosticar el cáncer de próstata con cada vez antes. En ocasiones, se consigue diagnosticar en las etapas más iniciales del cáncer prostático.
Además, no todos los tipos de cáncer tienen el mismo riesgo o capacidad para progresar y diseminarse . Por otra parte, sabemos que la evolución natural del cáncer de próstata suele ser lenta. Puede tardar hasta 10 años desde que se inicia el tumor hasta que se disemina por el cuerpo. Aunque esto no es igual para todos los cánceres.
Por todo ello y gracias múltiples ensayos clínicos. Sabemos que gracias a la vigilancia activa del cáncer de próstata podemos retrasar la operación en pacientes seleccionados. El objetivo es retrasar todas las secuelas y efectos adversos del tratamiento quirúrgico del tumor de próstata. Los efectos secundarios de la operación del cáncer de próstata pueden ser la incontinencia de orina y la disfunción eréctil.
Riesgos de optar por la vigilancia activa del tumor prostático
La vigilancia activa del cáncer de próstata no es un tratamiento. Es una estrategia que está avalada por multitud de ensayos y está incluida dentro de las guías europeas de urología. Uno debe entender que al optar por la vigilancia activa del cáncer de próstata está retrasando su intervención. Se asumen una serie de riesgos. A cambio del beneficio de no padecer por el momento las consecuencias del tratamiento quirúrgico del cáncer de próstata. Existe la posibilidad de que durante esta vigilancia el tumor progrese y resulte posteriormente más complicado dar un tratamiento. Existe incluso la posibilidad de que el tumor se disemine por el cuerpo durante esta vigilancia activa del cáncer de próstata. Aunque los estudios establecen que este riesgo se da entre 1 y 3 de cada 1.000 pacientes.
¿Soy candidato a entrar en un protocolo de vigilancia activa del cáncer de próstata
Para llevar a cabo una vigilancia activa del cáncer prostático, primero debes consultar con el urólogo tu caso particular. Hay que tener en cuenta todas las pruebas.
Típicamente decimos que pacientes con tumores de próstata con las siguientes características, son idóneos para la vigilancia activa de su tumor:
- Si tienen la puntuación Gleason 6 (3 + 3).
- Solo están afectados dos cilindros de los 12 que se extraen en una biopsia.
- Cuando en esos dos cilindros afectación máxima es de un 50% de tumor en cada cilindro.
Aunque este protocolo se puede extender virtualmente a todos los pacientes Gleason 6 (3 + 3), existe un problema adicional. El urólogo estará tomando decisiones del nivel de riesgo del cáncer en base al resultado de una biopsia. También sabemos que el 30% de las biopsias existe un cáncer más agresivo de lo que parece. Este problema se minimiza repitiendo la biopsia prostática periódicamente.
Cómo se realiza el seguimiento del cáncer de próstata
Existen varios protocolos para realizar la vigilancia activa del cáncer de próstata. Uno muy habitual consiste en:
- Una rebiopsia (repetir la biopsia) más extensa tras iniciar el protocolo.
- Revisiones de PSA y tacto rectal cada 6 meses.
- Biopsia de próstata cada año.
A los 4 años, más de la mitad de los pacientes continúan satisfactoriamente en el proceso de vigilancia activa del cáncer de próstata. El resto de pacientes con tumor prostático habrá decidido tratarse. Unos por progresión de la enfermedad, otros en cambio por la ansiedad inherente a este tipo de protocolo.
Conclusiones de la vigilancia activa del cáncer de próstata
La vigilancia activa del cáncer de próstata es un alternativa válida. Los pacientes deben presentar tumores prostáticos de bajo riesgo y querer optimizar al máximo su calidad de vida.
Es imprescindible entender que no es gratis, dado que estamos asumiendo un riesgo oncológico, aunque muy pequeño.
Es importante que se trate de una decisión informada y consensuada con el urólogo. Estas pruebas deben ser objetivas y tener en cuenta el carácter, personalidad y preferencias de cada paciente.